Uno de los motivos número

1

de consulta con el oftalmólogo
Impacto en la calidad de vida a

2

niveles: visual y psicológico
Solución quirúrgica efectiva en más del

90%

de los casos
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Malposiciones Palpebrales

¿Qué es el ojo lloroso?

Para que el ojo se mantenga sano es importante que esté bien lubricado y, por eso, tiene una glándula que se encarga de producir las lágrimas. Cuando parpadeamos, el párpado las extiende sobre la superficie ocular y bombea el exceso de lágrima hacia un pequeño conducto que acaba en la nariz.

La lágrima es esencial para mantener el ojo sano. Sin embargo, el exceso de lagrimeo representa un problema molesto y relativamente frecuente, siendo uno de los síntomas que más a menudo aquejan los pacientes que visitan el oftalmólogo.

¿Por qué se produce?

Cuando el conducto que drena las lágrimas hacia la nariz no funciona correctamente, se obstruye y esto provoca que las lágrimas se acumulen en la superficie del ojo y se desborden, cayendo hacia la mejilla.

¿Cómo se puede prevenir?

En la mayoría de casos, el ojo lloroso no se puede prevenir. Cuando está relacionado con una infección nasal o una conjuntivitis, conviene tratarlos adecuadamente. Evitar los traumatismos en el ojo contribuye a prevenir la obstrucción del lagrimal

Síntomas

Además del exceso de lagrimeo, existen otros síntomas como el exceso de mucosidad, irritación ocular e hinchazón en el ángulo interno del ojo.

A veces, las lágrimas acumuladas en el conducto pueden infectarse, lo que provoca dolor e inflamación en el canto interno de los párpados.

Cuando el conducto lagrimal está obstruido se puede realizar una intervención quirúrgica para crear un nuevo conducto de drenaje (dacriocistorrinostomía). En esta intervención se colocan de manera temporal unos pequeños tubos de silicona que mantienen abierto el nuevo conducto lagrimal hasta que finaliza el proceso de cicatrización.

Sin embargo, la obstrucción del conducto lagrimal no siempre se puede reparar. Cuando esto ocurre, es necesario implantar quirúrgicamente un tubo de drenaje artificial.

En ambos casos, la cirugía es ambulatoria, por lo que no requiere ingreso hospitalario. La recuperación suele durar una semana.

¿La conjuntivitis siempre cursa con ojo lloroso?

La conjuntivitis suele ir asociada, en menor o mayor grado, a ojo lloroso, ya que la producción de lágrima –encargada de “limpiar” la superficie ocular–  aumenta como mecanismo de defensa del organismo ante cualquiera de los factores que provocan la patología (virus, bacterias, ácaros, polen, cloro de las piscinas…).

¿Por qué el ojo seco puede provocar, a la vez, un ojo lloroso?

Cuando la calidad o cantidad de lágrima no es buena –dentro de cierto rango– el organismo reacciona y, como medida de protección, se estimula la segregación de lágrima. Empieza un círculo: el ojo percibe que está seco y produce un poco de lágrima, pero, como sigue siendo deficiente y no soluciona el problema, vuelve a percibir que está seco y a producir otro poco de lágrima. Así sucesivamente hasta que se excede la capacidad del sistema de drenaje lagrimal y el ojo llora.

Por esta razón, el uso de lágrimas artificiales en pacientes con ojo seco resuelve en la mayoría de casos el problema del lagrimeo, ya que el ojo está bien lubricado y se restablece el equilibrio.

¿Por qué lloran los ojos cuando tenemos fatiga visual?

Debido al estilo de vida actual, pasamos la mayor parte del tiempo utilizando la visión cercana para leer, trabajar con el ordenador, mirar el móvil… diferentes situaciones en las que se nos “olvida” parpadear (lo hacemos, aproximadamente, la mitad de veces que en visión lejana). Como consecuencia de la disminución del parpadeo, la lágrima no se distribuye correctamente por toda la superficie ocular y el ojo se seca, activando la producción de pequeñas cantidades de lágrima para compensar el problema. Dado que esta respuesta lagrimal no permanece suficiente tiempo en el ojo como para corregir el problema de la sequedad, sigue produciéndose lágrima, que termina por rebosar y provocar que el ojo llore.

¿Debe acudirse al médico si lloran los ojos?

El lagrimeo excesivo puede resultar más o menos molesto según cada paciente, pero es importante consultar al especialista, sobre todo, cuando el ojo lloroso está asociado a enrojecimiento ocular, dolor y/o secreciones. También debe revisarse cuando se trata de un problema que, más allá de ser ocasional, se convierte en permanente.

¿Qué ocurre si no se trata la obstrucción lagrimal?

La localización de la obstrucción lagrimal determinará la importancia de resolver el consiguiente ojo lloroso. Si el paciente tiene una obstrucción alta, es decir, en los canalículos lagrimales (pequeños conductos que se encuentran en los párpados), no suele pasar de ser un problema molesto por el hecho de estar llorando constantemente. Sin embargo, cuando la obstrucción es más baja y se localiza tras el saco lagrimal, este puede infectarse debido a la acumulación de la lágrima y dar lugar a una dacriocistitis (inflamación del saco lagrimal). Eventualmente, esto podría llegar a generar problemas más graves como una celulitis orbitaria (infección de la grasa y de los músculos que rodean el ojo).

Si tiene alguna duda